miércoles, 17 de septiembre de 2008

Tu felicidad me hace libre...

Que raro es decirlo... pero tu felicidad me hace libre...
Quito de mi coraza un peso y un candado fundido...
Estoy triste porque toda separación duele... pero tú sabes que es lo mejor para los dos... lo único que te pedí fue cumplido y ahora yo no tengo más historia en tu historia...
No sé si esta vez cumpliré... pero aquí estoy, queriéndome convencer que así debe ser...
Mi alma hoy no anda buscando otra alma "libre"... porque paradógicamente encontró un árbol tan solitario como ella. Estamos solos, aprendiendo de nuestro pasado, olvidando el "pasadito" y mirando que el futuro no se ve tan negro como parecía al principio.

Gracias por la mirada... los argentinos, en definitiva, no son tan malos como los pintan... sólo son "diferentes"

1 comentario:

Unknown dijo...

Muchas veces queremos tanto a una persona que cuando se llega a un punto sin retorno es mejor dejarla para que sea feliz e, indirectamente, serlo tu también. Afortunadamente, no es mi caso actual, pero alguna vez lo he sentido, y es una sensación agridulce.