sábado, 21 de febrero de 2009

El día que el Sol le habló a mi parte más oscura

Pocas veces me he sentido tan bien después de una decepción... Suena raro, y sin embargo... me sentía tan viva... esta semana fue una suma de emociones... una catarsis... una multiplicación de sentimientos que nunca había sentido... en cuestión de horas pasé de la rabia intensa a la algarabía infinita... de las lágrimas más amargas a la pasión desbordada en mis labios...
En cuestión de horas se apagó una luna y brilló el Sol... el Sol de los éxitos de bar, el que sin mucha presunción sabe abrazar y consolar...
Gracias señor Sol por la fuerza... por los golpes (que recibiste)... por las palabras y sobre todo... por la fe.

Las cosas no pueden ser tan malas con personas como vos a mi lado... y si de algo sirvo, tampoco lo dejaré que sean tan oscuras.

That´s right...

ESTABA YO LEYENDO Y VIAJANDO, CUANDO ENCONTRÉ ESTO EN EL BLOG DE UNOS BUENOS AMIGOS...

"Era mala en el amor. En el mundo había gente que era buena en el amor y gente que era mala. Ella era mala. Había habido una época en que había creído que era buena en el amor, que la zona en que era mala era la intimidad. Pero una tenía que tener las dos cosas. El amor sin intimidad, ella lo sabía, era una canción que nadie canta".

Y PENSÉ ¿NO PUEDE SER TAN MALO? Y RECORDÉ.. ¡PUEDE SER PEOR!

Va por las almas... por mi alma y la del Sol.

lunes, 16 de febrero de 2009

Espera...

Acá me tienes... llena de paciencia, esperando el mañana.
Te quiero.

viernes, 13 de febrero de 2009

"Cómo es qué te amo...

...deja que te cuente las formas"
Te amo porque no he hecho otra cosa desde que te conozco
Te amo porque tu sonrisa me ilumina
Te amo porque camino contigo y a tu lado
Te amo porque sé que lo sabes
Te amo sin motivos específicos ni tiempos concretos
Te amo porque existe
Te amo porque no eres
Te amo porque te miro... y te miro bien
Te amo porque no hay espacios vacíos ni silencios incómodos
Te amo sin motivos específicos ni tiempos concretos

Ironías de la vida...

¿No les parece irónico hablar de niños en extrema pobreza frente a un plato de comida en un restaurante donde lo más económico es comer algo de 100 pesos? Pues lo es y lo peor es que lo viví.
Sin embargo, gracias sr. Alicia porque me recuerda que en el mundo si hay gente buena.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Sin comentarios

... de tu parte...
Oye, por qué no puedes pensar que tienes lo que te mereces... y está bien ganado... (te guste o no)

domingo, 8 de febrero de 2009

Pasan las horas...

Y anoche encontré la respuesta que andaba buscando... sin muchos aspavientos, sin más verdad que esa que ya sabía "quiero amanecer contigo" siempre... te quiero en mi vida sin una razón o un pretexto... Hace unas horas me preguntaste ¿Por qué me quieres? No hay un motivo... sólo sé que te quiero.
I have a dream... that looks like you.

sábado, 7 de febrero de 2009

Para rematar la historia anterior...

¡Bienvenido!

Mi encuentro contigo o conmigo

“Feliz contigo”

Quién se arriesga gana y yo anoche no supe qué pasó… una llamada telefónica, un retraso y la pregunta más absurda de todas las que ocurrieron “¿cómo voy a reconocerte?”, la verdad por mi cabeza pasaron muchas respuestas pero quizá la más práctica fue ¿o sea cómo, estaremos tan cambiados? La noche en Reforma y el viento helado no ayudaban mucho para que mis ideas fluyeran en nada más que era un acto irrespetuoso de tu parte llegar 20 minutos tarde. Luego sucedió: teléfonos en mano buscando a ese ser que hace años no teníamos enfrente… un silencio corto en el reloj para mí muy largo, un hola, un beso, un abrazo y nuestras miradas… una vez más frente a frente y entonces se acabó el frío.
Hace muchos años te heredé la capacidad de no tener frío aún en las noches más heladas y desde entonces pocas veces me incomodan las bajas temperaturas (salvo por el montón de chamarras que me obligan a usar).
La decisión… dónde ir, qué hacer, cómo hablar… un café Mocha Blanco caliente, un Frapuccino Chai y mucho blablabla… una disculpa de tu parte ante la tardanza y un pedazo de caridad para ti… y luego más blablablabla… “cierra los ojos dos segundo”, dijiste… y adivinaron: los cerré. Al abrirlos una rosa, como entenderán no hay nada que agregar a esto. Supe de ti, supiste de mi… y luego una leyenda en tu brazo ¿Qué dice ahí?, pregunté. “Feliz contigo”, respondiste… y una mirada se cruzó. Vimos que nuestras vidas están separadas por la distancia pero creo que nos dimos cuenta que están unidas por la pasión que tenemos por hacer las cosas…
Y de nuevo a decidir… “acá un lugar de pizzas y cervezas… allá otro lugar de pizzas y cervezas… en el parque un lugar para tomar té… el Covadonga… el Milán…” y con el coche rodando nos paramos en ninguna parte… en el ombligo del mundo y entonces más blablabla… de pronto, más miradas… mi mano en tu cabello y tus manos en mi espalda… un abrazo que fundió más que dos cuerpos, dos almas… y entonces la obligada toma de decisión… un beso largo y profundo que sólo me hizo confirmar todo lo que por años me negué a ver…
Tengo que decir que llegué con un profundo miedo a esta historia… ¿está gordo?, ¿seguramente dirá puras tontería?, ¿miradas?, ¿cuáles miradas?, ¿obvio no tiene nada que ver con lo que yo quiero?... pero sabes qué… de la primera mirada a ese momento, en medio de la noche, de una calle solitaria, con las sirenas de las patrullas brillar, tu rostro fue el mismo de siempre… el que yo quería, el que soñaba y el que muchas noches aparece en mi cabeza…
El lugar siguiente era tan predecible… y entonces sucedió… de nueva cuenta… tu y yo amándonos como nunca y como siempre… tu mirada, la mía… las manos… mis manos, esas que me hicieron componer una canción y varias estrofas que se pretendían llamar poesía… la música, mi canción y tu abrazo… ¿Qué pasó en esas horas? Aún estoy en proceso de descubrirlo… sólo sé que no nos mentimos y nos dijimos lo que en ese momento teníamos qué saber.
Hoy sólo puedo decirte que te quiero… qué también creo que me quieres… ya no quiero dudarlo… no puedo hacerlo cuando anoche, me dejaste ver a la persona que nunca antes había descubierto.
¡Gracias por la noche!, te dije… ¡Gracias por el encuentro!, concluiste.
Aunque creo que esta parte de la historia no es el final.