domingo, 5 de septiembre de 2010

Un ángel…

Hace muchos años, tantos que no tengo memoria, me regalaron una frase que Germán Dehesa publicó en su columna… algo tan simple y tan sencillo que aún guardo en un cajón, y se aparecen por ahí de pronto, cuando menos las busco para recordarme lo simple que es ser feliz...

Hace tres días, alguien decidió que Don Germán tenía que irse a escribir a otra parte, que tendría que ser testigo de lo que pasa en este México más allá de sus fronteras, no le pidió permiso porque él ya le había advertido que no lo tenía… y se comprometió a vernos pronto y nos aseguró que no era un adiós, ni siquiera creo que fuese un hasta luego… porque yo no quiero extrañarlo, porque en mi educación y en mi vida fue algo más que una columna arrancada de un periódico…

Don Germán, con la solemnidad que a él le daba risa, Don Germán fue maestro de muchos que ni siquiera lo vimos en las aulas, nos hacía reír con una cadena de letras… nos enseñó a creer y a perseguir de alguna forma la justicia… y seguramente en sueños tampoco dejará dormir a Montiel, ahora ya puede perseguirlo y nadie podrá evitarlo… y encontrará, a su modo, una forma de hacer justicia.

A Germán Dehesa me lo encontré una noche en el Plaza Loreto, una de esas noches que le regaló a miles de personas y me hizo reír… y desde entonces comprendí que todo en esta vida tiene una razón de ser porque él lo dijo ese día: "nuestra cita estaba programada por el destino" y ya nos dará otra cita para encontrarnos, sea en letras o en el corazón.

A Don Germán también me lo topé en Bellas Artes… ahí lo nombraron "mi Hoobit favorito"… y si me apuran, yo puedo decir que el mío también…

A Don Germán me lo encontraré muchas veces más sin duda… y este texto no busca ser un adiós sino un saludo diario a quién de alguna u otra forma me enseñó a querer un poco más las letras, a apreciar la columna de un periódico y a reír un poco más…

A ti Germán… a ti mi cariño lejano… porque desde hoy todos los días toca… ya no tienes que esperar los viernes… porque acá te cuidamos a los Pumas, que andan como que no andan pero no por ello dejamos de apoyarlos…

A ti Don Germán, gracias no basta… mejor seguimos persiguiendo al Montiel y reclamando un mejor país… para ti Don Germán no hay mejor homenaje que el dedicarnos un poquito a México para que desde allá, desde tu nueva frontera, luego nos cuentes cómo lo ve, cómo va mejorando y cómo quieres encontrarlo cuando vuelvas…

Acá Don Germán te cuidamos las letras y seguimos cultivando la memoria en ese acto tan maravilloso que es leer….

Acá Don Germán te tendremos presente muchos años… al menos los que me queden de vida, ya después el destino nos regalará una nueva cita…

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