Hoy tengo ganas de decir GRACIAS a una persona en particular... que sobrepasó hace muchos años la barrera de la amistad para llegar a las filas de la hermandad...
GRACIAS Magui por ser mi hermana. Por aceptarme como soy y nunca incomodarte por mis locuras. Te debo muchas horas de celular... otras tantas de escuchar y el doble quizá de mi vida por estos años de hermosa compañía.
Gracias por no juzgar, por dar consejos y no regaños... por dejarme entrar en tu familia y entrar tú en la mía.
Por que la cotidianidad nos une más... por que nunca acaba la plática, por que los silencios incómodos no se hicieron entre nosotros, por que los gritos tampoco acobardan nuestras bocas... por que nos sabemos hermanas más que amigas... por que nos vemos en el futuro de la otra compartiendo los sueños, las ilusiones y los fracasos.
GRACIAS hermana por que en casi 15 años de amistad me haz permitido descubrirme a mi misma con tus palabras de aliento.
Yo espero nunca defraudarte... y ten por firmado que siempre estaré para ti... como sea, donde sea y en la circunstancia que sea.
Alguna vez escuche que los amigos son ángeles que Dios nos manda para que nos cuiden y sin duda a mi me ha dado lo mejor que tiene.
Sé que hay más personas que nos acompañan en esta travesía... más amigos y amigas de corazón... y aunque puede sonar egoísta, tú te mereces este humilde reconocimiento. En definitiva yo veo una historia aparte entre dos hermanas que se hacen compañía, hoy más que nunca.
GRACIAS Margarita... GRACIAS hermana.
Y gracias a todos los que entienden estas palabras y las dimensionan como son. Todos ustedes, los que me lean y no también tienen mi agradecimiento... y mi corazón.
Los amo a todos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario